En el silencio de mi vida y ya al ocaso de la tarde,
vienen a mi mente aquellas palabras que pronuncie
frente al crepúsculo de la tarde, muchas veces en que
tu y yo nos encontrábamos mirando al horizonte.
Ahora cuando estoy en esta soledad y sumido en
esta melancolía, escribo lo que siento, quizás en parte
para mantenerte siempre presente.
En el silencio de mi vida ya cuando el sol se oculta
recorre una suave brisa por mi cara y me quedo parado
aguardando ver los últimos rayos de luz de este día
seguro con la esperanza de volver nuevamente tener
la oportunidad de que llegues a mí, transformada
quizás en la espuma del mar o en alguna gaviota
que ha quedado rezagada de la bandada y vuela
solitaria buscando cobijo en algún lugar.
En el silencio de mi vida hoy te espero y cierro
mis ojos con la certeza que tomaras mi mano y
me llevaras a los confines del océano.
Ahora puedo dejar de preocuparme, porque se
que todo cuanto haga o deje de hacer mi razón
ha de ser siempre tu nombre tus caricias tu amor.
En el silencio de mi vida hoy renace nuevamente
mis esperanzas mis sueños mis ganas por vivir
porque no hay nada más hermoso que vivir
un día mas con la posibilidad de dejar una huella
para ser recordado más adelante.
Cada día que vivo es un regalo que Dios me da para
que pueda dar las gracias y hacer que tu corazón
explote de emoción cuando veas en mis palabras
lo que guarda mi solitario corazón.
5 de junio 2011 0:27 Hrs.
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