La razón que da mi vida son aquellos sentidos que
tú me has entregado con el pasar de los días y
el tiempo transcurrido.
Aún no nos conocemos y sin embargo ya te he
confiado todos mis secretos que mi corazón ha
guardado.
Logras leer mi mente y descubrir que estoy pensando
así como puedo adivinar en tu mirada aquellos
momentos en que una lagrima bajó por tu mejilla.
No te puedo dar explicaciones cuando es mi corazón
el que habla por mí.
Cautivastes mi alma tan solo con hablarme y me
dejé atrapar cual bandido cae prisionero.
Mi vida, mi alma, mi mente y mi corazón buscan
la otra mitad que mi cuerpo necesita para estar
completo, no sé cuánto tiempo te he esperado,
ni cuantos quedan por llegar a besarte pero mi
paciencia es grande y puedo mantener viva la ilusión
de llegar a tu corazón uno de estos días.
El tiempo no se puede avanzar y solo debo resignarme
a que un día tus brazos me reciban contemplando la
mañana y mi soledad al fin logre dejar el espacio
para que tu lo ocupes y seas la dueña de mi corazón
eternamente.
12 de Agosto 2011 Hrs. 1:09 a.m.
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