viernes, 3 de septiembre de 2010

Pasión



No puedo describir que sentía cada ves que ella decía mi nombre,
entre balbuceos y gemidos, entonces yo asimilaba su olor y a
medida que el tiempo pasaba quería fundirme en ella para tan solo
ser uno solo, allí mis instintos se despertaban de este letargo
al oler su piel sentir sus caricias y oír su voz.
Nuestros latidos se hacían cada vez más rápido, al ritmo de nuestra
pasión adelantándolos a lo que ya se veía que iba a suceder. 
Su cuerpo se veía brillante y su suavidad se sentía, al pasar mis labios
y rozar su piel con mis manos se hacía mas ardiente, que no puedo
describir con palabras lo que sentía, pero si comparo era como la
suavidad de un ángel que me transportaba mas allá de los sentidos
y me sacaba de este mundo, porque era como estar en las nubes.
Al mirarnos sus ojos brillaban de pasión, al besar sus labios, sus mejillas
se enrojecían al igual que su cuello los que mordía sin compasión sin hacerle daño.
Nuestras respiraciones se unían al mismo tiempo nuestros corazones
eran uno solo a esas alturas que nos mantenía desconectado del mundo entero, 
en ese momento nos sentimos tan unidos que no era necesario mas
que nosotros dos para dar rienda suelta a esta locura y esta pasión
desenfrenada y que era lo que veníamos buscando por tanto tiempo.
Nuevamente repetías mi nombre dejando en la habitación el eco de tu voz
que aun sigo oyendo cada vez que sin ti no estoy pero que aquel eco me
hace tenerte nuevamente. 
Llegábamos una y otra vez al límite, hasta el extremo y el tiempo se
detenía unas fracciones de segundos, para nuevamente en un suspiro
volver a tomar aire y volar al cielo y quedarnos suspendidos una y otra vez,
aquella noche nos convertimos en uno solo y el mundo entero solo giraba
para nosotros dos, y ante nuestros ojos que no dejaban de expresar
las emociones que representaba aquel mágico instante.
Fue así que te convertiste en mi sueño, mi fantasía y buscaba cada
noche volverme a encontrar frente a ti.
Esperábamos sin decirnos nada abrazados, mirándonos a los ojos
aguardando cada sensación que por nuestros cuerpos pasaba
y queríamos que el tiempo se detuviese para lograr prolongar esa
dulce sensación que el placer nos hacía tener.
En medio de mis noches he despertado con mi cuerpo húmedo y frío
miro a mi lado y estas ahí, pero no se si es un sueño o una realidad
miro a mi alrededor tomo un lapiz y un cuaderno entonces escribo
todo cuanto he descrito aquí hoy, para a la mañana siguiente leer
mis palabras y saber que todo cuanto he vivido no sea producto de
mi imaginación, aunque muchas veces no se distinguir la realidad de
mi fantasía la que me hace vivir con temor a despertar un día
y darme cuenta que he vivido en otra dimensión.

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